Los ojos que acarician al mirar.: Esto es América, #1

By Enrique García Guasco

"Los ojos que acarician al mirar" de Enrique García Guasco es una cautivadora antología poética que te sumerge en la vibrante vida de Buenos Aires y sus habitantes. Con una prosa lírica y evocadora, Guasco teje imágenes que dan vida a los rincones más íntimos y emblemáticos de la ciudad. Sus versos son como puentes que conectan al lector con las emociones y experiencias únicas que solo Buenos Aires puede ofrecer. Esta obra es una invitación irresistible a explorar los matices y la belleza de la capital argentina, despertando en el lector un anhelo profundo por descubrir cada rincón mencionado en sus páginas. Sin duda, una lectura imprescindible para los amantes de la poesía y los viajeros ávidos de nuevas aventuras.

 

• Language: English
• Publisher: Arcana Intellego
• Release date: Mar 4, 2024
• ISBN: 9798223899136

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Enrique García Guasco.

Arcana Intellego.

Los ojos que acarician al mirar.

Crónica poética de Buenos Aires.

©2024. Edited in the U.S. by Orilsted Publishing Services. Copyright ©2024 Enrique García Guasco.

Copyright ©2024 Arcana Intellego/Axioma Editorial S.A. Chile. Hendaya 60, Las Condes, 1353. Región Metropolitana, Chile.

Una introducción histórica.

La historia de Buenos Aires, Argentina, es rica y compleja, y se remonta a mucho antes de la llegada de los europeos a América. Antes de la colonización española en el siglo XVI, la región que ahora ocupa Buenos Aires estaba habitada por diferentes grupos indígenas, principalmente los querandíes y los guaraníes.

Los Querandíes fueron una tribu indígena que habitó la región de Buenos Aires antes de la llegada de los colonizadores europeos. Eran parte del grupo de los pueblos pampas, que se caracterizaban por ser cazadores y recolectores nómadas que se movían por las extensas llanuras pampeanas en busca de alimentos y recursos.

La sociedad querandí estaba organizada en grupos familiares extendidos, con un liderazgo basado en la experiencia y el respeto. No tenían una estructura política centralizada ni sistemas de escritura, por lo que su cultura y tradiciones se transmitían oralmente de generación en generación.

Eran expertos en el uso de herramientas de piedra para la caza y la recolección, así como en la elaboración de objetos de cerámica y tejidos simples. Su dieta se basaba en la caza de guanacos, ñandúes y otros animales, así como en la recolección de frutos silvestres y raíces.

Los querandíes tenían una cosmovisión religiosa vinculada con la naturaleza y el cosmos. Creían en espíritus y deidades asociadas con los elementos naturales, a quienes realizaban rituales y ofrendas para asegurar la prosperidad y el bienestar de su comunidad.

A pesar de su forma de vida adaptada a las duras condiciones de las llanuras, los querandíes se vieron afectados por la llegada de los europeos, que introdujeron enfermedades, conflictos y cambios en su entorno. Con el tiempo, su población disminuyó y su cultura se vio absorbida por las influencias externas, marcando el inicio de un período de transformación profunda para la región de Buenos Aires.

Los guaraníes, en contraste con los Querandíes, eran una etnia que principalmente habitaba las regiones más al norte de lo que hoy conocemos como Buenos Aires, en áreas que incluyen Paraguay, el noreste de Argentina, el sur de Brasil y partes de Bolivia. Sin embargo, su influencia cultural llegó a expandirse hacia el sur, incluyendo zonas cercanas a Buenos Aires.

Eran conocidos por ser una sociedad más sedentaria en comparación con los pueblos pampas, con asentamientos más permanentes y una agricultura más desarrollada. Cultivaban principalmente el maíz, la mandioca y otros productos agrícolas, lo que les permitía establecer comunidades más estables y pobladas.

Los guaraníes tenían una organización social basada en clanes o tribus lideradas por caciques, y practicaban una religión animista que veneraba a los espíritus de la naturaleza y los antepasados. Sus creencias estaban fuertemente influenciadas por la mitología, con historias de dioses y héroes que formaban parte de su cosmovisión.

Eran hábiles artesanos, conocidos por su cerámica elaborada, cestería y tejidos de algodón. También tenían una rica tradición oral, transmitiendo conocimientos, mitos y leyendas a través de historias contadas de generación en generación.

Los guaraníes mantuvieron interacciones comerciales y culturales con otros pueblos indígenas de la región, así como con los colonizadores europeos. Sin embargo, al igual que los Querandíes, fueron afectados por la llegada de los europeos, que trajo consigo conflictos, enfermedades y cambios en su forma de vida tradicional.

A pesar de estos desafíos, la cultura guaraní ha perdurado hasta el día de hoy, influyendo en la identidad y la diversidad cultural de la región de Buenos Aires y más allá. Su legado se encuentra presente en la música, el arte, la gastronomía y las tradiciones de las comunidades que aún conservan sus raíces guaraníes.

El primer avistamiento documentado de Buenos Aires se remonta al año 1516, cuando una expedición liderada por Juan Díaz de Solís, un navegante y explorador español, llegó a las costas de lo que hoy conocemos como Argentina. La expedición fue patrocinada por el rey de España, con el objetivo de buscar una ruta hacia las riquezas de Asia por el continente americano.

Juan Díaz de Solís, un experimentado navegante de origen español, era conocido por su valentía y determinación en la exploración de nuevas tierras. Había participado en expediciones anteriores en el Caribe y había adquirido una amplia experiencia en la navegación por aguas desconocidas.

Acompañando a Díaz de Solís en esta travesía se encontraban varios miembros de la tripulación, cada uno con su propio conjunto de habilidades y experiencias. Entre ellos se encontraban:

Vicente Yáñez Pinzón: Capitán y navegante español, famoso por haber participado en el primer viaje de Cristóbal Colón a América en 1492. Pinzón aportaba su vasta experiencia en la navegación oceánica y su conocimiento de las corrientes y vientos marinos.

Hernán Pérez de Cabrera: Marino y explorador español, que había participado en varias expediciones de exploración en el Atlántico y el Caribe. Pérez de Cabrera era conocido por su destreza en la cartografía y la navegación costera.

Diego García: Piloto y navegante experimentado, que había navegado previamente por las costas de África y el Caribe. García aportaba su experiencia en la navegación en aguas desconocidas y su habilidad para trazar rutas seguras.

Pedro de Ledesma: Marinero y explorador español, que había participado en varias expediciones de exploración en el Atlántico y el Caribe. Ledesma era conocido por su habilidad en la navegación costera y su destreza en el manejo de embarcaciones.

Juntos, Juan Díaz de Solís y su tripulación zarparon en busca de nuevas tierras y rutas comerciales en el continente americano. Su llegada a las costas de Buenos Aires marcó el comienzo de la exploración europea en la región y el inicio de la colonización española en América del Sur. Aunque la expedición no encontró las riquezas esperadas, su descubrimiento de Buenos Aires allanó el camino para futuras exploraciones y asentamientos en la región.

Durante el período comprendido entre 1516 y 1538, Buenos Aires experimentó un proceso de consolidación como punto estratégico en la exploración y colonización española en América del Sur. Este proceso estuvo marcado por una serie de eventos y desarrollos que contribuyeron al establecimiento y crecimiento de la ciudad.

Exploración inicial: El primer avistamiento documentado de Buenos Aires se remonta a 1516, cuando una expedición liderada por Juan Díaz de Solís llegó a las costas de la región. Aunque esta expedición no llevó a un asentamiento inmediato, sentó las bases para futuras exploraciones y estableció la presencia española en la zona.

Fundación de Buenos Aires: En 1536, Pedro de Mendoza lideró una expedición