En los años sesenta del siglo XX, una generación de jóvenes arquitectos dejó una huella trascendente en la arquitectura del Ecuador. Pablo Graf1 fue uno de ellos. Lo conocimos en Guayaquil hace casi 40 años, en el afán de difundir en Trama las obras arquitectónicas que se realizaban en Ecuador. Guayaquil, era no solo el puerto principal, sino la ciudad más poblada del país y un centro económico fundamental en el contexto nacional. Pablo Graf era entonces, un arquitecto reconocido en el medio, con gran caudal de trabajo que le absorbía totalmente.
Pablo Graf Rosas2 inició sus estudios universitarios en ingeniería civil3 , dos años más tarde se inscribió en arquitectura4 , obtuvo el título de arquitecto en 19616 y el de ingeniero civil en 1973. Poco después, integró el grupo fundador del Colegio de Arquitectos del Ecuador, núcleo del Guayas, el 20 de julio de 1961 . En ese mismo año comenzó su carrera docente en las cátedras de dibujo y diseño arquitectónico, primero en la Universidad de Guayaquil (1961-1972) y después en la Universidad Católica de Guayaquil (1964-1970).
En la década de los años 60, el rol del arquitecto estaba reconocido en la sociedad, la arquitectura moderna ya había sido introducida en obras públicas y privadas de Quito y Guayaquil7 , el país se había preparado para recibir a los cancilleres en la XI Conferencia Interamericana que se realizaría en 1959, con ese motivo se había intervenido en la capital con criterios modernos en la arquitectura y la ciudad, y construido las terminales aeroportuarias de las dos ciudades principales.
En esta década los jóvenes arquitectos egresados de las facultades de Quito y Guayaquil, como Pablo Graf, se habían nutrido del bagaje de los arquitectos pioneros, extranjeros y nacionales graduados en el exterior8 , que difundieron en la cátedra y en sus obras los principios enunciados por los maestros de la nueva arquitectura del siglo XX, racionalista y funcionalista, que prometía mediante su conceptos y criterios fundamentales dar respuestas a las nuevas necesidades de la concentración poblacional en las ciudades que empezaba a cambiar la ocupación del territorio nacional y a los nuevos programas funcionales que emergían de este proceso.
La nueva modernidad se expresaba en las obras de los pioneros, y esta generación de graduados en los años 60, la continuó de modo destacable. Graf sobresalió por la cantidad y calidad de su obra apoyado en su firme personalidad y su compenetración en las actividades profesionales a las que se dedicó durante toda su vida9 , en ellas aunaba conocimientos y experiencias de la arquitectura y la ingeniería. Aunque alejado de la política, en 1964 “fue declarado, por su intachable reputación, naturaleza apolítica y en contra de su voluntad, Concejal de la ciudad de Guayaquil” por la Junta Militar10 . Se desenvolvió, como arquitecto en el libre ejercicio profesional y como técnico en el ámbito público, en ambos casos trascendió por su idoneidad.
Su experiencia fue forjándose tempranamente; antes de graduarse conformó su , experiencia que acrecentó de manera continua en diversos ámbitos relacionados con la arquitectura y la construcción, primero en el privado y después en el institucional público . Su práctica la desenvolvió como diseñador, constructor y fiscalizador.