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La Realidad según las Escrituras: Una visión transformadora
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La Realidad según las Escrituras: Una visión transformadora

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About this ebook

¿Qué es la realidad según las Escrituras? ¿Cuál es la naturaleza y el propósito de la creación de Dios, y de la humanidad dentro de la creación? ¿Cambió nuestro papel cuando el mal entro al mundo en Génesis 3, o es nuestro propósito fundamentalmente el mismo que al principio? ¿Cuál es "el sentido de la vida" según las Escrituras, y cómo podemos vivir y transmitir esta visión en nuestra generación? Este es el tipo de preguntas que este libro comienza a abordar, los primeros frutos de más de doce años de investigación en la intersección de los estudios bíblicos y la filosofía.

 

La Realidad según las Escrituras fue escrito por un discípulo cristiano y para discípulos cristianos: un llamado a la iglesia para que aclaremos nuestra historia, que nos encontremos en el mundo narrativo de la Biblia, y que desempeñemos bien nuestro papel.

LanguageEnglish
Release dateFeb 27, 2024
ISBN9798224909063
La Realidad según las Escrituras: Una visión transformadora
Author

José Soto

José Soto is an independent researcher and writer who is passionate about the gospel. He works at the intersection of philosophy and biblical studies, investigating how the biblical story squares with our experience of reality. Besides the gospel, the nature of Scripture and biblical studies in general, his interests include history, sociology, and the philosophy of education. José lives in the Boston area with his wife and daughters. He loves reading and learning, good music, surfing, and a job well done.

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    La Realidad según las Escrituras - José Soto

    INTRODUCCIÓN

    Escucho en las Escrituras una Historia compleja pero coherente de la cual formamos parte. Si en realidad esto es así, entonces estar en casa en esa Historia ha de ser un aspecto fundamental y necesario de lo que significa ser el pueblo de Dios. Este libro es una invitación a este mundo narrativo.¹

    El presente es el primer volumen de una serie de estudios que pretende iluminar la naturaleza y el contenido del evangelio, trazar el mapa del evangelio sobre el resto de la realidad, y hacer el todo más comprensible y habitable.

    La primera parte de este volumen aborda el proyecto completo explorando los contornos de un enfoque cristiano de la realidad: tomando en cuenta las afirmaciones bíblicas sobre la naturaleza de las cosas, por supuesto, pero también todo lo que hemos aprendido acerca del mundo a través de la ciencia, la historia y la experiencia humana en general.

    La segunda parte es una serie de reflexiones sobre la naturaleza y el contenido del evangelio. En ellas sólo se investigan unos cuantos temas (por qué exactamente el evangelio es una buena noticia, cómo es que la muerte de Jesús puede considerarse una victoria, y la Presencia de Dios en la vida de su pueblo); pero estos capítulos también arrojan luz sobre la lógica interna de la Historia bíblica en general, y nuestro lugar en ella.

    Habremos de hablar mucho más sobre el evangelio en el resto de la serie, pero hay algo que ya está suficientemente claro: que es grande (cósmico, de hecho), y que ningún lugar en la tierra o en el cielo, y ningún aspecto de nuestra existencia, escapa su alcance. Llegados a este punto, yo lo resumiría así: que absolutamente toda autoridad en el cielo y en la tierra ha sido entregada a Aquel que dio su vida por nosotros. En pocas palabras, ese es el Evangelio. Y es muy buena noticia.

    La tercera parte cierra el volumen con un capítulo en el cual reflexiono sobre la necesidad de ordenar nuestra Historia. Además de algunas consideraciones generales, destaco algunas áreas en las que creo que nos hemos desviado. En el resto del proyecto, trataremos de arrojar más luz sobre todo esto, como guardianes y testigos fieles de las buenas nuevas que el mundo tanto necesita.

    José Soto

    Día de la Resurrección 2022

    ______________________________

    ¹ Cuando escribo la Historia bíblica en mayúsculas, tengo en mente la Realidad, que es lo que las Escrituras describen. Cuando escribo la historia bíblica en minúsculas, me refiero a la narrativa de la Biblia, sin implicaciones filosóficas en mente.

    PARTE I

    Habitando la Realidad

    Los seres humanos no podemos sobrevivir, mucho menos crecer y florecer, sin darle sentido a la vida. Si la misma se percibe como totalmente aleatoria, fragmentada y caótica—sin sentido— sufrimos confusión, angustia, estancamiento y, finalmente, desesperación. El sentido que le damos a la vida orienta nuestra postura en el mundo, y determina nuestro sentido de ser y nuestro propósito. Necesitamos poder darle algún sentido a las cosas; buscamos patrones, orden, coherencia y relación en los elementos dinámicos y dispares de nuestra experiencia.

    —Sharon Daloz Parks¹

    ______________________________

    ¹ Sharon Daloz Parks, Big Questions, Worthy Dreams: Mentoring Emerging Adults in Their Search for Meaning, Purpose, and Faith [Grandes preguntas, sueños dignos: Guiando a los nuevos adultos en su búsqueda de sentido, propósito y fe], rev. ed. (San Francisco: Jossey–Bass, 2011), p. 10.

    * En el resto del libro, todas las notas y citas se encontrarán al final de cada capítulo.

    ** A menos que se indique lo contrario, toda traducción de textos en fuentes consultadas (originalmente en inglés) han sido traducidas directamente de la obra original, incluyendo sus títulos.

    CAPITULO 1

    Un enfoque cristiano de la realidad

    Toda la creación es una zarza ardiente del Señor, revelando su presencia justa y misericordiosa, a través de la alabanza de innumerables criaturas. —Calvin Seerveld¹

    ¿Cómo le doy sentido al mundo y a mí mismo? ¿Cómo encuentro mi camino en el mundo? A medida que vivo estas preguntas y reflexiono sobre ellas, me descubro en tres estados: un estado de asombro ante la maravilla de las cosas que encuentro, y ante el amor sobreabundante de Dios del cual creo que todas estas cosas dan testimonio; un estado de angustia ante el mal que vandaliza todas las cosas y que descubro residente en mí mismo (la mayoría de las veces cómo amor o deseo confundido); un estado de esperanza cuando descubro (a veces, y de alguna manera) que esto mejorará, y cuando oigo la promesa en la poesía apocalíptica de la Biblia que al final todo estará bien. —Gideon Strauss²

    ¿Cómo encuentro mi camino en el mundo? Ésta es una de las preguntas más hermosas y prometedoras que he oído. Hermosa porque evoca el profundo anhelo de dar sentido a las cosas, y sentirnos en casa en el universo. Prometedora porque replantea nuestra búsqueda de comprensión en términos de nuestro ser en el mundo, y nada menos.

    Cuando intenté responderla aquí, identifiqué siete elementos en la manera en que trató de hacer sentido de las cosas:

    1. El lente de nuestra experiencia

    2. Habitando la Historia bíblica

    3. Análisis de la visión del mundo

    4. El lente fenomenológico

    5. La construcción social de la realidad

    6. El poder formativo del hábito

    7. Y una metafísica bíblica

    En este capítulo, desentrañaré lo que quiero decir con cada uno de estos lentes y aspectos de mi enfoque de la realidad; contaré un poco de cómo llegué a esta forma multidimensional de ver las cosas; y compartiré las fuentes que encontré más útiles a lo largo de mi camino.

    Propongo este esquema como una forma bíblica y cristiana de abordar toda la vida y la realidad. El resto del volumen, y el resto de la serie, deberían ayudar a probar la validez de este esquema y su utilidad. Al final del proyecto tendremos una versión aún mejor, pero ya de por sí estoy encontrando estos recursos muy útiles.

    Un comentario sobre las fuentes

    Los teólogos suelen referir cuatro fuentes o recursos principales de la Fe cristiana: Las Escrituras, la tradición, la razón y la experiencia. Permítame entonces primero explicar cómo estas cuatro fuentes encajan en mi esquema.³

    1. Mi enfoque principal de las Escrituras se explica a continuación: yo habito en ellas, porque las oigo contando una Historia coherente de la cual formo parte.

    2. Ahora bien, no podría entender las Escrituras correctamente sin contar con la tradición cristiana, sin la guía de aquellos que nos precedieron y transmitieron el testimonio bíblico. Aún tengo mucho que aprender sobre la tradición cristiana, pero estoy avanzando. Más adelante abordaré este tema. Quiero conocer a los Padres de la Iglesia y sentirme cada vez más inmerso en la historia de la Iglesia, como siempre han disfrutado los católicos romanos y otras tradiciones. Por supuesto, debo discernir la verdad del error, pero esto es con el fin de empaparme en la tradición—integrando toda la historia de forma coherente para encontrarme a mí mismo en ella. Hay algo profundamente sanador y enriquecedor en ese prospecto. De hecho, para ello vivo.

    3. El lugar de la experiencia en mi marco de estudio se explicará en las secciones primera y cuarta: dado que mi enfoque de la realidad es desde adentro, mi experiencia es donde todo comienza para mí.

    Si bien en esta reflexión utilizo el lente de la experiencia sobre todo en términos de vivencia personal e inmediata, la ciencia, la historia y la experiencia humana en general son fuentes de igual importancia en este esquema.

    4. Por último, en todo lo que sigue usted puede dar por sentado que estoy intentando ¡razonar! En cuanto a cómo razono, puede considerarme un realista: un realista post-crítico con un juego de herramientas crítico-realista.

    Como explica Wendy Olsen, la integración del investigador–como–agente–intencional con el objeto de investigación como algo 'real' es en lo que han estado trabajando los críticorealistas...⁵ y es un aspecto clave de lo que estoy desarrollando en este proyecto.⁶

    Sin embargo, acabo de decir que soy un realista post-crítico, y esto se debe a que mi postura ante la realidad no es fundamentalmente crítica. Descubrí por primera vez la posibilidad de lo que llamo traction on reality (tracción con la realidad) gracias al realismo crítico (comenzando con El Nuevo Testamento y el Pueblo de Dios, de N. T. Wright).⁷ Pero esta no es la única opción. Más tarde, descubrí la obra de Esther Meek y, a través de ella, el realismo post-crítico de Michael Polanyi.⁸ Quizás, dado mi enfoque en la realidad desde dentro, me siento más en casa con la visión de Polanyi. Permítame explicarlo a continuación.

    Soy post-crítico porque el pensamiento crítico y las herramientas críticas sólo nos dan acceso a un ángulo hacia la realidad: el focal. Y además sólo es uno de los métodos al ángulo focal. Una vez que nos centramos en lo que intentamos comprender, y empezamos a articular y describir lo que vemos, necesariamente perdemos contacto con gran parte de su complejidad y su riqueza: una lucidez desbordada puede destruir nuestra comprensión de asuntos complejos, como diría Polanyi.

    Verá, nuestros cuerpos están inmersos en la realidad. Ya estamos en contacto con lo real en virtud de que formamos parte de ella. Por eso, como dice Polanyi, sabemos más de lo que podemos contar.¹⁰ Por supuesto que queremos claridad focal acerca de la naturaleza de las cosas, pero queremos sacrificar lo menos posible de nuestra comprensión intuitiva de las mismas en nuestra investigación. Una metodología crítica sigue siendo parte importante de ello, pero una postura crítica no: ¡un sentido de curiosidad y asombro sería más adecuado!

    Les aseguro que a menos que cambien sus perspectivas por completo, y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el nuevo mundo de Dios. (Mt 18:3; cf. 11:25–26; 21:15–16)¹¹

    El lente de nuestra experiencia

    Como todos los niños, mientras crecía intentaba dar sentido a las cosas a través de mi experiencia. Mis padres, familiares y otros me daban pistas acerca de lo que estaba pasando y la naturaleza de las cosas. Pero era a mi propia experiencia a la cual yo anhelaba encontrarle sentido, y esperaba comprender las cosas precisamente a través de ella. Lamentablemente crecí en un entorno muy confuso y mi búsqueda de comprensión a menudo se vio frustrada. Pero supongo que no he perdido la esperanza. Hasta el día de hoy, sigo buscando y esperando comprender a través de mi experiencia. Ahora, permítame intentar desentrañar lo que quiero decir con esto.

    Quiero decir que sean cuales sean las otras perspectivas y fuentes que encuentre para dar sentido a las cosas, mi experiencia debe de cuadrar con ellas. Mi experiencia debe confirmar las afirmaciones de otros ángulos y fuentes. Debería sentirme en casa en la Historia que he recibido de mi tradición porque reconozco en mi experiencia lo que he oído de esas otras fuentes sobre la naturaleza de las cosas. También espero discernir al menos algo de la naturaleza de las cosas mediante actos de contemplación. Y espero que las evidencias empíricas (tarde o temprano) verifiquen (o refuten) tanto lo que he discernido mediante actos de contemplación, como lo que he recibido a través de otras fuentes y lentes.

    Todo esto asume dos cosas: que sólo existe una realidad,¹² y que el mundo físico es real y bueno. Si Platón tuviera razón y el mundo físico fuera sólo una sombra de lo verdaderamente bueno y real, entonces no estaría tan comprometido con mi experiencia en este mundo físico.¹³ Pero como Dios declaró su creación algo bueno en gran manera (Gn 1 NBLA), y está totalmente comprometido con su creación física (¡hasta el punto de hacerse uno de nosotros!), si estoy en casa en la tierra de los vivientes, y mi experiencia en ella importa.

    Mi experiencia también importa porque fui creado para relacionarme. No sólo con Dios, sino con el resto de su creación también. De hecho, fui hecho para amar (Dt 6:4–5; Lv 19:18; Mc 12:30–31)—para ser para el otro (el verdadero significado de amar).¹⁴

    Así que, sea cual sea la naturaleza de las cosas, tanto de lo físico como

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