¿Alguna vez has sentido que el Universo juega en contra tuyo? Bueno, déjame decirte que a veces los tiempos en los que se concretan nuestros deseos no son los nuestros, sino los de Dios. Luego nos damos cuenta de que esos tiempos son perfectos. ¿Y qué podemos hacer en ese proceso? Soltar, confiar, tener paciencia y sobre todas las cosas no engancharnos.




En otras palabras, se trata de tener fe y no “esperar” o “desear que algo pase”. Tener fe es estar abierto a las posibiidades.




Tal vez necesitas colmarte de paciencia antes de poder tener la casa de tus sueños, o de que te den el trabajo que buscas, o tener la pareja que anhelas. A menudo nos damos por vencidos demasiado pronto y no tenemos la fe suficiente en nosotros mismos ni en el Universo. ¿Te imaginas lo que sucedería si te abrazaras a tu fe, y dejaras que lo correcto y perfecto suceda en tu vida? ¿Qué crees que pasaría si sueltas las expectativas y te abres a todas las posibilidades?