Sobre el Autor: Nací en un hogar en el cual nunca me enseñaron algo de religión y mucho menos de Cristo. Joven aún llegué a La Habana y allí me involucré en grupos de revolucionarios contra los gob...view moreSobre el Autor: Nací en un hogar en el cual nunca me enseñaron algo de religión y mucho menos de Cristo. Joven aún llegué a La Habana y allí me involucré en grupos de revolucionarios contra los gobiernos de mi país y los comunistas. En 1948 conocí personalmente a Fidel Castro, aunque entonces no sabía que era comunista, durante su gobierno fui encarcelado y para poder sobrevivir escapé a los Estados Unidos.
Desde entonces soy un exiliado político. Tomé entrenamiento militar en las selvas de Guatemala con la intención de ir a Cuba y libelarla del comunismo. Durante la invasión por un lugar conocido como Bahía de Cochinos fui hecho prisionero. En la prisión tuve la oportunidad de leer un Nuevo Testamento, facilitado por un compañero, y a partir de aquel momento mi vida cambió. En la navidad de 1962 fui liberado porque el presidente Kennedy pagó el rescate de los prisioneros de la invasión, mi liberación le costó a EE. UU. cincuenta mil dólares. Poco tiempo después del regreso a los Estados Unidos ingresé en el Seminario Teológico Bautista de San Antonio, Texas. Dios me ha dado muchas oportunidades de testificar en iglesias, grupos cívicos en diferentes países de América Latina.view less