Guillermo José Beltrán Beltrán1 vivió y realizó sus obras como arquitecto en la ciudad de Loja, en el sur del Ecuador. Como lo refleja la metáfora que rescata “Loja, el último rincón del mundo”2 , está en un valle rodeada de ríos y montañas que configuran un paisaje andino dominante, admirable y sorprendente, sitio lejano y olvidado por años. Esta capital provincial ubicada al sur del territorio nacional del Ecuador, es un reconocido centro de desarrollo cultural. En ella, como sucede en las provincias y ciudades menos pobladas, los procesos que se producen en las grandes metrópolis mundiales de occidente e impactan en las principales ciudades del mundo, tardan en llegar. En ciudades como Loja se vivieron en décadas posteriores procesos semejantes, aunque en diferente escala, a los acaecidos en las principales ciudades del Ecuador bicéfalo, Guayaquil y Quito, tal es el caso de la introducción de la modernidad arquitectónica en el siglo XX.
A pesar de las diferencias o tardanzas, ninguna de las poblaciones ecuatorianas pudo abstraerse del impacto de la explotación y exportación petrolera y la repercusión de los procesos urbanos y arquitectónicos que transformaron la distribución poblacional en el territorio, creciendo la población urbana. Los jóvenes partían de sus ciudades a las grandes urbes provistas de equipamiento y servicios de educación superior para continuar con sus estudios3 .
Guillermo José Beltrán Beltrán4 interesado en la cultura, el arte y la arquitectura, realizó su formación universitaria en la ciudad de Guayaquil. Vinculado a estudios de las bellas artes, había realizado prácticas de diseño en los años 60, las hizo con más vigor a partir de 1971, año en el que obtuvo su título de arquitecto y urbanista en la Universidad de Guayaquil.
Fue parte de un grupo de profesionales que se formaron en universidades en el país o en el exterior, y regresaron a sus provincias para aportar sus nuevos saberes5 . Fue uno de los primeros arquitectos con que contó Loja. En los años 50 y 60, las obras arquitectónicas estaban a cargo de ingenieros, de modo que, el Arq. José Beltrán Beltrán contribuyó al reconocimiento del rol de los arquitectos en el medio lojano.
El campo de acción del Arq. Beltrán fue vasto y profundo. También lo fue su huella en la arquitectura, historia y cultura recientes, alimentada por su conocimiento de la música, pintura, cine, fotografía, y los libros, como lo atestigua su importante biblioteca . En su caso, por su personalidad y por la particular manera de ser de sus conciudadanos,existe una amalgama muy estrecha entre José Beltrán el ser humano y el profesional de múltiples facetas, y su influencia sobre colegas, estudiantes y cultores de las artes y la historia. Es palpable, a través de las palabras de quienes disfrutaron de su compañía, su personalidad extrovertida y afable, generosidad y don de gentes. Siempre .