Carlos Pallares, aportes al patrimonio arquitectónico del Ecuador
Los intereses artísticos y las inquietudes por el patrimonio natural y cultural, presentes desde la infancia en Carlos Pallares Sevilla1 , encontraron firme cauce durante sus estudios de arquitectura.
Rememora a su padre, quiteño, quien, por su trabajo en el Banco de Fomento, se trasladó con su familia a varias ciudades; Carlos tuvo que cambiar de escuela2 , “se sentía extraño en todos los lugares”. Su madre, ambateña, “una mujer encantadora”, trabajadora e ingeniosa, hacía camisas y dulces, cuando era necesario. Dice, con nostalgia, siempre busqué la felicidad; en Ambato fui feliz3 , de niño y joven pasaba, tres meses al año, en Pinllo, en una casa de adobe con la abuela4 , corriendo entre quebradas,cuevas y chozas de palmas,creando historias y juguetes con elementos naturales junto a uno de sus hermanos. En el colegio, escogió la especialidad que sentía más cercana: físico-matemáticas, y en esta etapa, vuelve a decir “fui feliz”; ese camino lo condujo hacia la arquitectura.
Durante sus estudios universitarios, trabajaba en oficinas de ingenieros y, al graduarse, lo designaron diseñador arquitectónico5 ; fue también actor y escenógrafo de teatro independiente e ilustrador6 . Su interés por la Amazonía se acrecentó en exploraciones7 con Simón Bustamante, compartiendo el espíritu aventurero en cercanía con la Naturaleza. Ocupó altas dignidades en la función pública y en el gremio profesional. Canalizó sus intereses de manera creativa y prolífica como planificador urbano, adquiriendo plenitud cuando desarrolló con éxito la preservación y puesta en valor del patrimonio nacional tangible e intangible al frente del FONSAL8 .
Su paso por la Universidad
Cuando ingresó a la Escuela de Arquitectura9 en 1957, recibía clases en el edificio de la imprenta del conjunto administrativo, en la Ciudadela Universitaria, diseño de Gilberto Gatto Sobral para la Universidad Central. Carlos recuerda entre sus mejores profesores a los arquitectos Gatto, Jaime Dávalos, Oswaldo de la Torre, al escultor Jaime Andrade Moscoso. Oswaldo Muñoz Mariño, quien vivía en México, les dictó un curso de Urbanismo. Entre sus compañeros se encontraban Wilson Herdoiza, Antonio Narváez, Eduardo Franco. Los jóvenes de su generación por diversas razones ingresaron un año después, así que la relación variaba a través de los cursos. Eran tiempos convulsionados, los estudiantes se pronunciaban sobre la actualidad política. “Estuve preso en el Penal García Moreno por siete días, a raíz de una manifestación estudiantil frente a mi oficina, en 1966, durante. Esta etapa se cierra ese año, al plantear su Tesis, el tema sería: Escuela de Bellas Artes, su director Jaime Andrade M., pero, finalmente a todo el curso le fue asignado un tema común .
