Fabián Zabala Cevallos
Fabián Zabala Cevallos1 (1938-2017) formó parte de esa generación “referencial” de arquitectos graduados en la década de los años 60 que empezó a actuar guiada por el interés de hacer realidad los principios de la arquitectura y urbanismo del movimiento moderno, adaptándolos a sus medios2 . Munidos de esos ideales que se difundían en la Escuela de Arquitectura3 y mediante las obras de los arquitectos pioneros con formas nuevas y estructuras en hormigón armado4 , los caminos elegidos fueron varios; en el caso de Fabián, se dirigió hacia la relación entre arquitectura y construcción, y, sobre todo, al impulso de nuevos caminos de colaboración en el marco de la agremiación que vinculaba a arquitectos (diseñadores y constructores) e ingenieros.
Su formación se realizó en instituciones de educación pública, en los estudios primarios5 , secundarios y universitarios6 ; sus maestros incidieron también en la valoración de lo social inculcada en su hogar y en una notable aplicación al estudio y a las actividades culturales, sobresaliendo en todas las instancias con las máximas distinciones7 . Su sentido de responsabilidad, idealismo y reconocimiento a quienes le inculcaron altos valores éticos y morales se expresaba claramente en su discurso al recibir la medalla de oro del Colegio Mejía, “Esta medalla, señores, lleva involucrados sacrificios y desvelos, sufrimientos y pesares, y es la proyección de todo el arte y la ciencia que supieron imprimir en nosotros los escultores geniales de nuestra personalidad: los padres y los maestros, incansables obreros por una Patria siempre mejor, auténticos constructores de las victorias de sus vástagos. El hogar, la escuela, el colegio y la universidad son los sagrados laboratorios dedicados a forjar una Humanidad cada vez mejor”. Sus estudios sobre destacados próceres ecuatorianos como Mejía, Juan Montalvo, Eloy Alfaro, no solo revelan su preocupación por la historia de la sociedad, por Ecuador, América, sino el interés por su destino, en ello pone de manifiesto también una aptitud especial por el estudio, la investigación, la palabra, la expresión poética y el dibujo8 .
Inicialmente, tuvo varios intereses vocacionales, la medicina, la arquitectura y la ingeniería9 aunque, finalmente, eligió arquitectura cuyos estudios culminó en 1962, con honores como mejor egresado10 ; veinte años después se reencontró con el tema de la salud11 .
La admiración por sus maestros se manifestó tempranamente, al dedicarse al ejercicio de la docencia, primero en colegios secundarios , después, desde que egresó en 1961, en la Facultad de Arquitectura como profesor auxiliar y luego principal , donde desplegó sus conocimientos y experiencia en la disciplina Construcciones, y, en la Facultad de Ingeniería , en la que impartió la especialidad de estructura en la construcción de edificios. Dictó, también, trigonometría en el Curso preparatorio para ingresar a la carrera de Arquitectura; uno de sus estudiantes de entonces, el Arq. Patricio Aguilar Veintimilla , recuerda que a raíz de un encuentro casual camino a clases de la Facultad conoció al profesor Zabala, hasta entonces distante, en su faceta de ser humano afable y próximo, quien lo invitó en inesperada primera visita de obra, a una de .
