HISTORIA
Entre la barrera y el nudo
Cuando el crecimiento de la ciudad de Quito se restringía alrededor del núcleo original, entre el Panecillo y el nudo de San Blas, el barrio Mariscal Sucre1 aún no existía. Apareció en el preciso momento en el que el núcleo central eclosionó hacia el norte y sur siguiendo la vocación que le impusieron su sitio y situación.
A inicios del siglo XX, el Centro Histórico, se extendió al sur, abrazando la base del Panecillo. Hacia el norte, continuó a los parques La Alameda y El Ejido2, teniendo hacia el noroeste al Pichincha y hacia el noreste3 las estribaciones del Itchimbía. Se anticipaba así el proceso urbanizador impulsado por propietarios de terrenos4, sin contar con infraestructura de servicios.
Nace la Ciudadela
Entre los límites de las avenidas 12 de Octubre, Colón, Patria y 18 de Septiembre, se define el trapecio de lo que será la ciudadela Mariscal Sucre o La Mariscal, que recibió su nombre en honor del héroe de la independencia, el Mariscal Antonio José de Sucre, y de la celebración del Primer Centenario de la Batalla de Pichincha del 24 de mayo de 1922.
Su superficie trapezoidal que incide en la dimensión y forma de las manzanas, ocupada para villas vacacionales y terrenos agrícolas, fue apta para su parcelación y ocupación residencial por sectores pudientes de la sociedad5, quedando el Centro Histórico para sectores populares y migrantes.
El surgimiento del barrio estuvo ligado a la iniciativa de los hermanos Carlos y César Mantilla Jácome, fundadores del diario El Comercio de Quito, quienes “habían adquirido los terrenos de lo que hoy es el barrio La Mariscal… (allí) instalaron sus viviendas y el primer hipódromo6 de la ciudad” … e influyeron en el cambio del trazado del tranvía hacia esa zona, lo cual contribuyó “a la valorización del suelo, a su urbanización y consolidación”7; su recorrido era paseo y entretenimiento para amplios sectores de la población. Más adelante, sus dueños lo “lotizaron y vendieron terrenos o chalets”, con viviendas de menor superficie y distribución funcional para una familia nuclear y no ampliada como la tradicional8.
Fue significativo el aporte, en diversos saberes y prácticas, de la población judía que emigró de Europa a Ecuador a finales de 1930 y se radicó en La Mariscal, entre ellos destaca la obra pionera de Olga Fisch9 y de Carlos Kohn10.
La ciudad Jardín crece
El concepto de ciudad jardín, acuñado en el siglo XIX por el urbanista inglés Ebenezer Howard (1850-1928), está vinculado al confort de la vivienda11 rodeada de jardines que recibía luz, calor y aire para una vida saludable, que no incluían como centro de relación familiar el patio, sino amplios salones interiores.
El damero se adaptó a la forma trapezoidal del barrio Mariscal Sucre con manzanas irregulares, y se extendió con el tiempo, vecina a grandes parques, el Ejido y La Carolina. La Mariscal se fue conformando siguiendo conceptos modernos dentro de las condiciones del trazado urbano existente, y, en consecuencia, el tejido urbano no resultó homogéneo. La ciudadela se diferenciaEstado16, edificios para la atención de la salud17, la novedosa inclusión del primer supermercado18 y un hotel internacional19. Se caracterizó, a mitad del siglo, por la ubicación de numerosas sedes diplomáticas20 y por residencias de arquitectura moderna obra de destacados arquitectos21, existía una numerosa colonia judía y de extranjeros europeos que emigraron antes y durante la segunda guerra mundial, e instalaron sus empredimientos contribuyendo a un proceso modernizador en diversos campos. Todo esto aportó a su consolidación como “un nuevo centro de Quito” en lo “comercial, cultural y social”, configurando “un modo cosmopolita”.