Soy arquitecto de profesión e ilustrador de corazón, como dice la reconocida ilustradora Cristina Correa (“Dibujos de Cristina”) en su cuenta de Instagram. Esta resulta ser la realidad de muchas personas que, con carreras cercanas o no al dibujo, deciden relacionarse de forma más íntima con él. Pero, ¿por qué dibujamos? ¿Por qué decidimos que deje de ser un hobby y se convierta en profesión? ¿Por qué a veces lo escogemos como pasatiempo y transcurrimos horas entre lápices marcadores, acuarelas, pinceles. ¿Por qué y para qué dibujamos?
Desde niños, algunos de nuestros juguetes suelen ser lápices de colores, hojas y hasta paredes, que se vuelven el mejor lienzo a pesar que nuestros padres digan lo contrario. Las paredes a media altura tienen rayones infinitos e incontables garabatos, obras de arte incomprendidas, comparables con un Jackson Pollock colgado en el MOMA. Los niños dibujan lo que ven, pero también lo hacen