Fernando Jaramillo Aportes a una arquitectura integral
En los años 60, dejaron su impronta en la arquitectura ecuatoriana, al calor del intercambio fructífero, jóvenes arquitectos que, impulsados por la decisión de adaptar las ideas del movimiento moderno a la realidad del país, aportaron a esa tarea con un sentido amplio, reflexivo y creativo, en una época de relevantes sucesos internacionales y nacionales1 . Fernando Jaramillo2 fue parte de ese proceso. La visión que los impulsaba era integral, pensaban en el urbanismo, en la arquitectura y en los objetos que tenían que guardar coherencia con las nuevas visiones e ideas a la vez que recoger la rica experiencia y tradición artesanal del país.
Su participación entusiasta y decidida empezó siendo estudiante. Ingresó a la Facultad de Arquitectura3 por “una Inclinación natural, solía permanecer mucho tiempo observando como trabajaban los obreros de las construcciones vecinas. Nunca dudé que el cómo dirigir ese trabajo era lo que me interesaba estudiar. Al inicio me atraía más el proceso constructivo que el diseño”4 . Ese interés por los procesos de diseño y materización ha sido constante a lo largo su vida profesional.
Formación en Arquitectura
Su paso por las aulas universitarias transcurrió en “un ambiente muy agradable” en los espacios “del primer piso del edificio de la Facultad de Economía”5 una obra significativa de la arquitectura moderna en Quito, movimiento cuya introducción en el medio fue obra de algunos de sus profesores. Guarda “gratos recuerdos de sus compañeros” con algunos de los cuales emprendió importantes iniciativas y valora a sus profesores, como referentes y amigos. Recuerda a los pioneros Jaime Dávalos (1925) y Sixto Durán-Ballén (1921-2016), graduados en la Universidad de Columbia, y, entre los primeros egresados de la escuela de arquitectura de Quito, a Boanerges Navarrete, Carlos Maldonado, Oswaldo De La Torre (1926-2012), Carlos Velasco. Este último los llevaba a visitar obras que construía con el Arq. Ramiro Pérez (1930-1981), “aprendimos en directo: escalas y proporciones”; recuerda a Agustín Patiño (1930-1984), especializado en México, y agrega “Luis Oleas y Milton Barragán influyeron mucho en mi formación”.
Quizás por su especial interés por los procesos creativos y de materialización, le impactó la personalidad y obra del escultor y muralista “Jaime Andrade, un gran maestro”. “Oswaldo Viteri, a mi juicio fue el mejor de mis profesores. Nos llevaba a su taller y nos sensibilizó respecto a las texturas de los materiales, al uso de los colores y a apreciar la música clásica”6 . Participaban en los debates sobre obras relevantes, como “en la discusión sobre el proyecto para el nuevo edificio del Palacio Municipal, en el auditorio de la ciudad y en artículos que se publicaban por la prensa, uno de ellos el más importante se llamó Vivir con los ojos en la espalda ”7 . En este documento se aboga por una arquitectura y urbanismo de su tiempo, apelando a la historia para insistir en la búsqueda del espacio, la función y las formas en concordancia con los avances científicos y tecnológicos, las formas de vida de la sociedad moderna y la mirada puesta en el presente y el futuro. En él se defiende también, el rol del arquitecto que ha adquirido una formación específica para diseñar para el tiempo actual y no reproducir estilos del pasado, aun tratándose de un edificio que estará en la plaza principal de la ciudad de alto contenido histórico, cuyo “espíritu” el arquitecto sabrá captar creativamente.
Sin duda, la Facultad mostraba un ambiente activo, vinculado al desarrollo arquitectónico y urbanístico en la capital, que aspiraba reflejar una nueva época, en ese sentido, arquitectos y estudiantes defendían que una obra de arquitectura moderna premiada por concurso para la “Casa Municipal” sea realizada en el Centro Histórico de la ciudad, basando sus argumentos en la misma historia de la arquitectura y en manifiestos modernos (CIAM), y, concluyendo . Palabras que nos que hablan del proceso de
