
En el fecundo campo de los estudios interdisciplinares de Derecho y literatura desarrollados originalmente por figuras centrales del mundo angloamericano de las décadas de 1970 a 1990,1 gradualmente se han ido presentando distintas sendas intelectuales que proponen simbiosis sugerentes entre el quehacer jurídico y el quehacer literario. A este respecto, María Jimena Sáenz propone indagar en cuatro periodos sobre los que se ha conducido el movimiento;2 a saber:
I. Etapa humanista. Es la vertiente fundacional que sirve de punto de partida para que los primeros exponentes del movimiento pusieran a dialogar, de manera incipiente, al mundo jurídico y al mundo literario desde el punto de vista pedagógico y se cuestionaran sobre la utilidad práctica de la literatura en la enseñanza del Derecho.
II. Los autores de este momento interdisciplinar introducen análisis en torno de las relaciones entre el Derecho Ésta es, desde nuestro punto de vista, la etapa que mayor impacto ha tenido en el desarrollo de los estudios de Derecho y literatura en el campo de los derechos humanos. Este periodo se orienta en dos vertientes. Por un lado, indaga en el “Derecho como narración”, con todo lo que la interseccionalidad implica, y, por el otro, se observa que la narración es inherente al Derecho en virtud de que a través de éste las distintas voces pueden narrar y hacer valer sus verdades olvidadas.