
–BB: ¿Qué recuerdos le evoca Hiperión?
–LV: Un proyecto válido y, a la vez, una equivocación lamentable. Por una parte, queríamos acabar con la filosofía concebida como retórica fácil o imitación servil de doctrinas importadas, intentar una filosofía auténtica, es decir, una reflexión propia, que respondiera a nuestras verdaderas necesidades y problemas. Creo que ese proyecto sigue siendo válido. Por otra parte, algunos integrantes del grupo interpretaron ese intento como una investigación sobre lo distintivo de la cultura y el “modo de ser” mexicanos.
Esa interpretación fue, a mi juicio, una equivocación. Filosofía auténtica no es “filosofía de lo mexicano” –como llegó a conocerse ese proyecto–, sino pensar con nuestra propia razón desde nuestra realidad, sobre