
Algunas de las preguntas que habitualmente nos hacemos son cómo se originó la vida en la Tierra y si existe la posibilidad de su presencia fuera de ella. Gracias a estos interrogantes surgieron la astrobiología y la astroquímica en el siglo pasado. Ambas disciplinas científicas buscan comprender la evolución de la materia en la historia del Universo y cómo puede llegar a evolucionar hasta sistemas vivos. Sin embargo, el primer abordaje serio de estas cuestiones, que incluso hasta el día de hoy siguen siendo especulativas y pseudocientificas, se inició con el surgimiento de la radioastronomía en los años cincuenta mediante la exploración de la posibilidad de señales extraterrestres. Posteriormente, en 1961, Frank Drake y Peter Pearman convocaron una reunión en el Observatorio Nacional de Radioastronomía en Green Bank (EE. UU.), a la cual asistieron científicos de renombre para discutir aspectos relacionados con la búsqueda de inteligencia extraterrestre. Uno de los asistentes a dicha reunión fue el reconocido científico Carl Sagan, quien en 1963 publicó en la revista Icarus la primera versión del formalismo matemático que conocemos como la ecuación de Drake y se convirtió en la primera aproximación para realizar estimaciones de vida inteligente en el Universo.