Llega la hora de la reconstrucción

Si en algo coinciden todos los expertos es que las previsiones de recuperación que tenemos por delante se parecen más al logotipo de Nike que a una V pronunciada: es decir, una caída en picado con una lenta subida. Hay quien incluso cree que en lugar de una única caída puede haber dos, convirtiéndose el vértice en una W. Todos en cualquier caso supeditan sus previsiones a la evolución de la pandemia, a la posibilidad de rebrotes y a la existencia o no de una vacuna. En lo que sí coincide la gran mayoría es en vaticinar una recuperación a medio/largo plazo, no a corto, y algunos incluso datan los números negros para no antes del último trimestre del 2023: “Estamos dentro de una coyuntura que no va a durar seis meses. Seguramente se prolongará hasta finales de 2023. Pensar que podamos volver a como estábamos previamente al lockdown antes de esa fecha es una locura”, sentencia Antonio Fontanini, Chief Experential Officer de Opinno y profesor de EOI. Veamos cómo se presenta el panorama.
SEÑALES PARA EL OPTIMISMO

Amediados de julio, la Unión Europea firmó un acuerdo histórico que anunciaba una emisión conjunta de deuda para crear un Fondo de Recuperación, el Next Generation EU, de 750.000 millones de euros, de los que 390.000 millones se destinan a subvenciones a fondo perdido y el resto en forma de préstamo. España recibe 140.000 millones de euros, 72.200 en ayudas directas, que deben ir destinados a apoyar las reformas estructurales que permitan el cambio de modelo
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